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¡Educación en el Hogar Para Él! SKU: 241963
El libro es simplemente el compendio de notas que Erin Thiele utilizó al enseñar este curso a las madres de su megaiglesia debido a los frutos que presenciaron las docenas de madres que solicitaron esta clase. Dos de sus hijos se habían "graduado" de la educación en el hogar, y ella estaba educando a cinco niños más. Cada madre que asistió a TODO continuó o comenzó a educar en el hogar, y cada uno de los niños de estas familias continuó hasta que cada uno se "graduó". ¡Ahora, la mayoría de los hijos de Erin están casados y educan a sus propios hijos en el hogar para Él!
La mayoría de los padres enseñan a sus hijos a aprender los caminos del mundo a través del sistema escolar público; ¿es de extrañar entonces que la mayoría de los niños cristianos se vean y actúen como cualquier otro niño de escuela pública?
Los padres cristianos están llamados a capacitar a sus hijos, incluida su educación, para que lo busquen a Él. Esto significa que debemos tener nuestra meta y nuestra mirada puesta siempre en la excelencia espiritual de cada uno de nuestros hijos y educarlos en casa para el crecimiento espiritual, NO para la excelencia educativa. Solo así podremos cumplir esta promesa: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
En este desafiante y poderoso libro, usted aprenderá cómo basar su vida y la vida de sus hijos (y, lo más importante, la educación de sus hijos) ¡buscándolo y confiando en Él!
Así dice el Señor: "Maldito el hombre que confía en el hombre, y pone carne por su fortaleza, y se aparta del Señor su corazón. Bendito el hombre que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor.” — Jeremías 17:5, 7
Dé un paso de fe y póngalo en primer lugar en su vida. Ponga a Él como centro del corazón de sus hijos mientras educamos a nuestros hijos en casa para Él.
La esperanza de Erin es que "para un momento como este", simplemente abras tu corazón y hables con el Padre Celestial de tus hijos y le preguntes si esta es la Puerta Angosta por la que Él quiere que tú y tus hijos pasen. ¡Y luego deja que Él organice todo!
